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MEDIASET ESPAÑA COMUNICACIÓN, S.A.
LA ECONOMIA ESPAÑOLA EN 2015
Los datos sobre la evolución económica disponibles a fecha de formulación de estas Cuentas Anuales indican que en
2015 España ha tenido un crecimiento económico de los más altos de la Unión Europea y ciertamente el mejor de
entre las grandes economías de la zona, algunas de las cuales han venido mostrando un alto grado de estancamiento
trimestre tras trimestre.
Esta evolución positiva, que cabe estimar en un 3,2% de crecimiento interanual en el año en términos de Producto
Interior Bruto (prácticamente el doble de la media europea), refleja la continuación de la senda de recuperación
económica iniciada el año anterior.
A nivel mundial, y a falta de datos definitivos del año, se prevé que el crecimiento ronde el 3,1%, es decir una cifra casi
idéntica a la que corresponde a la economía española y que es altamente sintomática de que nuestro crecimiento
interno se ha acelerado en el año frente al del resto de países; baste señalar, a ilustración de lo anterior, que la media de
crecimiento de las economías avanzadas se prevé que alcance una tasa del 1,9% en el año y que la de la Unión Europea
apenas bordeará el 1,6%.
Por lo que respecta a Estados Unidos, la subida estará en torno al 2,4%, una cifra muy similar a la de 2014 y en cierta
medida decepcionante, particularmente por lo que respecta al avance (más moderado de lo esperado) que se ha
observado en la segunda parte del año.
Mención aparte merece el comportamiento económico de los países emergentes que, en su conjunto, han perdido
6 décimas de crecimiento en el año y que, dejando aparte del caso de China que, por la dimensión de su mercado,
su peso en la economía global y las características específicas y enormemente opacas de sus mercados financieros
constituye un caso especialísimo, muestra cómo tanto Rusia como América Latina (singularmente Brasil) han entrado en
territorio de crecimiento negativo como resultado de la combinación de una caída en la demanda de materias primas
y del desplome sin precedentes del precio del petróleo, un factor este último que sin duda ha constituido uno de los
hechos económicos más relevantes de 2015 y cuyas consecuencias últimas para la evolución de la economía mundial
en su conjunto están aún por ver.
En efecto, el año recién terminado ha estado marcado por las incertidumbres sobre la economía china que han
desembocado finalmente en un pequeño cataclismo en los mercados y en la volatilidad global. Todo parece indicar
que se asiste al inicio de un cambio en el modelo de desarrollo del gigante asiático que pasa de uno sustentado por
la inversión y las infraestructuras a otro más dependiente del consumo. Al tratarse de una economía tan enorme
cómo poco transparente se ha desatado una desconfianza generalizada en los mercado que, a su vez, ha traído como
consecuencia el incremento de la volatilidad y de la aversión al riesgo por parte de los inversores, todo lo cual se ha
plasmado finalmente en una caída generalizada en los mercados bursátiles de todo el mundo.
Por otro lado hemos asistido a una caída de los precios del petróleo hasta límites no vistos desde hace trece años, lo
que en mayor o menor medida ha propiciado y está propiciando situaciones de tensión social en aquellos países cuya
dependencia de los ingresos fiscales procedentes de aquel es fundamental para el sostenimiento de las prestaciones
sociales y otros servicios básicos.
Si a todo lo anterior sumamos (seguramente se trata de fenómenos correlacionados con los factores económicos
antes mencionados) un incremento en las tensiones geopolíticas en ciertas zonas concretas del planeta (Siria, Irak, Irán,
INFORME DE GESTIÓN DEL EJERCICIOTERMINADO
EL 31 DE DICIEMBRE DE 2015
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