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MEDIASET ESPAÑA COMUNICACIÓN, S.A.
El importe de la corrección valorativa es la diferencia entre su valor en libros y el importe recuperable, entendido éste
como el mayor importe entre su valor razonable menos los costes de venta y el valor actual de los flujos de efectivo
futuros derivados de la inversión. Salvo mejor evidencia del importe recuperable de las inversiones, en la estimación del
deterioro de esta clase de activos se ha tomado en consideración el patrimonio neto de la entidad participada corre-
gido por las plusvalías tácitas existentes en la fecha de la valoración.
Salvo que existan compromisos de apoyo a la entidad participada no se provisionan importes superiores al valor de la
inversión.
Las correcciones valorativas por deterioro y, en su caso, su reversión, se registran como un gasto o un ingreso, respec-
tivamente, en la cuenta de pérdidas y ganancias. La reversión del deterioro tiene como límite el valor en libros de la
inversión que estaría reconocida en la fecha de reversión si no se hubiese registrado el deterioro del valor.
Activos financieros disponibles para la venta
Para esta categoría de activos financieros, cuando existan evidencias objetivas de que un descenso en el valor razonable
se debe a su deterioro, las minusvalías latentes reconocidas como “Ajustes por cambio de valor” en el patrimonio neto
se reconocen en la cuenta de pérdidas y ganancias.
La reversión del deterioro se reconoce como un ingreso en la cuenta de pérdidas y ganancias y tiene como límite el
valor en libros del activo financiero que estaría registrado en la fecha de reversión si no se hubiese registrado el dete-
rioro de valor.
D) Baja de activos financieros
La Sociedad da de baja un activo financiero, o parte del mismo, cuando expiran o se ceden los derechos contractuales
sobre los flujos de efectivo del activo financiero, siendo necesario que se transfieran de manera sustancial los riesgos
y beneficios inherentes a su propiedad, en circunstancias que se evalúan comparando la exposición de la Sociedad,
antes y después de la cesión, a la variación en los importes y en el calendario de los flujos de efectivo netos del activo
transferido.
Si la Sociedad no hubiese cedido ni retenido sustancialmente los riesgos y beneficios, el activo financiero se da de baja
cuando no se hubiese retenido el control del mismo, situación que se determina dependiendo de la capacidad del cesio-
nario para transmitir dicho activo. Si la Sociedad mantiene el control del activo, continúa reconociéndolo por el importe
al que esté expuesto a las variaciones de valor del activo cedido, es decir, por su implicación continuada, y reconoce un
pasivo asociado.
Cuando el activo financiero se da de baja, la diferencia entre la contraprestación recibida neta de los costes de tran-
sacción atribuibles, considerando cualquier nuevo activo obtenido menos cualquier pasivo asumido, y el valor en libros
del activo financiero, más cualquier importe acumulado que se ha reconocido directamente en el patrimonio neto,
determina la ganancia o la pérdida surgida al dar de baja dicho activo, y forma parte del resultado del ejercicio en que
ésta se produce.
La Sociedad no da de baja los activos financieros y reconoce un pasivo financiero por un importe igual a la contrapres-
tación recibida en las cesiones de activos financieros en las que ha retenido sustancialmente los riesgos y beneficios
inherentes a su propiedad, tales como en el descuento de efectos, el «factoring con recurso», las ventas de activos
financieros con pacto de recompra a un precio fijo o al precio de venta más un interés y las titulaciones de activos finan-
cieros en las que la Sociedad como cedente retenga financiaciones subordinadas u otro tipo de garantías que absorban
sustancialmente todas las pérdidas esperadas.